El Buen Vivir es un espacio plural que involucra actores políticos, activistas, académicos y, en especial, movimientos indígenas andinos. Como punto en común, critica radicalmente el desarrollo occidental moderno y sus premisas de crecimiento económico y de progreso lineal, a la vez que se posiciona como un espacio para la construcción de alternativas al desarrollo. Es decir, sus postulados buscan romper con las bases conceptuales, ideológicas y culturales del desarrollo para dejar atrás la idea del mismo.
En este sentido, el Buen Vivir recupera saberes tradicionales y la idea de bienestar en un sentido holístico, buscando formas relacionales de ser, hacer y convivir equilibradamente entre seres humanos, no-humanos y la ‘Naturaleza’. Esto implica cambios sociales sustanciales en el que la economía y otras estructuras sociales (como la educación, salud, etc.) deben ordenarse bajo principios de solidaridad y reciprocidad en pro de la comunidad y en armonía con el ‘ecosistema mundo’.
Dentro del contexto colombiano, este concepto reivindica las luchas por la defensa de otros modelos de vida social, política y económica en una nación que, aunque se considera multiétnica y pluricultural, está sujeta a un sistema dominante que concibe el desarrollo como único modelo viable. Así bien, los tres artículos que CFRC presenta a continuación se inscriben de una u otra forma dentro de esta problemática y abordan, desde las regiones de Colombia, nociones de “Buenos Vivires” que se ajustan a contextos geográficos específicos.